Celima: un centro muy especial de empleo

La Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social (LGD), anteriormente conocida como LISMI, establece la obligación para todas las empresas de ámbito nacional, tanto públicas como privadas, con más de 50 empleados, de reservar una cuota del 2% de su plantilla para personas con discapacidad.

Esto significa que una empresa con 50 empleados está obligada a incluir en su equipo al menos a una persona con diversidad funcional. Esta medida garantiza el derecho a la igualdad de oportunidades para todas las personas y refuerza la Responsabilidad Social Corporativa de las organizaciones.

Sin embargo, las empresas enfrentan varias dificultades para cumplir con esta normativa, tales como la búsqueda de personal adecuado, la adaptación del puesto de trabajo a las necesidades de la persona y los ajustes necesarios en las instalaciones. Para resolver esta necesidad, Celima se postula como una solución para los negocios de la Comunidad de Madrid.

Como Centro Especial de Empleo, esta compañía trabaja para favorecer la empleabilidad de las personas con capacidades diferentes y, al mismo tiempo, ayudar a otros negocios a cumplir con la legislación y hacer       que estas contrataciones se vuelvan estratégicas.

Celima está logrando estos objetivos desde una cultura basada en la transformación digital de todos sus procesos. La innovación de esta compañía se ha traducido en la implementación de prácticas y métodos de gestión muy basados en la tecnología, lo cual favorece una gestión mucho más ágil hacia los clientes.

Herramientas de geolocalización, software de coordinación de equipos y control de incidencias se utilizan para gestionar a todos los recursos en las distintas áreas en las que Celima actúa como proveedor para otras empresas: mantenimiento, jardinería, consejería y limpieza. Todo bajo control para los clientes no tenga ninguna preocupación.