El Dr. Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, analiza los factores que predisponen a los adolescentes a desarrollar adicciones, el impacto de las sustancias en el cerebro en desarrollo y la importancia de actuar de forma precoz. Desde su visión clínica, destaca el papel crucial de la prevención, las familias y las empresas para hacer frente a este reto de salud pública, en el marco del Plan Regional contra las Drogas de la Comunidad de Madrid.
Entrevistamos al Dr. Arango con motivo de su participación en el Inspiring Mornings XIII: “Jóvenes fuertes, futuros brillantes: Prevención de adicciones para un estilo de vida saludable” .

Dr. Celso Arango en la Jornada de Inspiring Mornings celebrada por Madrid Excelente
Desde su extensa experiencia, ¿cuáles son los principales factores de riesgo psicológicos o neurobiológicos que predisponen a un adolescente a desarrollar adicciones?
Los trastornos por el uso de sustancias, como sucede con el resto de los trastornos mentales, son complejos y no responden a una única causa. Existen factores biológicos, como pueden ser los genéticos, y la heredabilidad o el porcentaje de casos expresados desde esta causa se encuentra entre el 40-70%. Esto no significa que haya un gen específico que predisponga a las adicciones, sino que hay muchísimos genes cuyas interacciones aumentan el riesgo de que se produzcan este tipo de trastornos.
Independientemente de los genéticos, existen una serie de factores ambientales, como puede ser la exposición a este tipo de sustancias: el vínculo con los padres u otros familiares que consumen hace que aumente el riesgo en los adolescentes. Familias desestructuradas, falta de supervisión, accesibilidad a las sustancias… Son múltiples factores biopsicosociales los que hacen que una persona tenga un riesgo determinado en algún momento de su vida.
Es sabido que el consumo temprano de ciertas sustancias afecta al desarrollo cerebral en adolescentes. ¿Cuáles son los primeros síntomas en esta relación?
El efecto nocivo que tienen las sustancias como el cannabis, la cocaína, los opiáceos o las drogas sintéticas es muchísimo mayor en un cerebro en desarrollo que en otro desarrollado. Naturalmente, el cerebro en desarrollo es más susceptible a la hora de producir cambios, con lo que es previsible que el consumo de estas sustancias termine generando alteraciones en su funcionamiento. No solo es lo que se pierde, sino también lo que se deja de ganar. Con esto me refiero a la adquisición de conocimiento, lenguaje, memoria, aprendizaje académico… Todo ello se ve interrumpido por ese consumo de tóxicos y no es que uno pierde, sino de deja de ganar todo lo que podía haber ganado a edades jóvenes. Con lo cual, el riesgo de que el cerebro termine funcionando de forma anormal es mucho mayor cuanto menor sea la edad del comienzo del consumo de las sustancias.
Cuanto más precoz es el consumo de sustancias, mayor es el daño neurobiológico y el riesgo de adicción
Al margen de planes concretos regionales o institucionales, ¿Qué estrategias clínicas son las más eficientes para identificar señales de alerta de adicción en consulta con jóvenes?
El consumo de sustancias debe sospecharse siempre que veamos a un menor que tiene un cambio en su comportamiento, en sus conductas o en sus hábitos, bien por aislamiento social, falta de rendimiento académico, problemas de sueño o de concentración. Incluso se deben vigilar síntomas físicos como temblores, cefaleas, disminución o aumento importante del peso… Fundamentalmente, hay que controlar cambios no justificados en una adolescencia normal.
Y ahora sí, ¿cómo valora el Plan Regional contra las Drogas que ha aprobado la Comunidad de Madrid y cómo se conjuga esta medida con la falta de especialistas que hay en la actualidad?
Es un Plan que recoge toda la esencia en la prevención de las adicciones en adolescentes. Es un Plan transversal que abarca muchísimos ámbitos y dimensiones de la vida, no solo la salud, sino aspectos que tienen que ver con la educación, justicia, servicios sociales, etc. Además, pone énfasis en aquello que es más importante, que es la prevención. Por ello, destacan líneas sobre el conocimiento por parte de los menores sobre cuáles son los efectos negativos de las drogas en su cerebro y en su rendimiento.
Esto es clave porque uno de los problemas importantes que tenemos es la banalización del consumo de sustancias, como si realmente no produjeran los efectos nocivos que tienen en la persona y en su entorno. De la misma forma que aparecen en las cajetillas de tabaco que fumar mata, los menores deben saber que el efecto es el mismo en el consumo de cannabis, la cocaína y el resto de las drogas de diseño, incluyendo anfetaminas, éxtasis líquido y otras sustancias novedosas que son bastante frecuentes y asequibles económicamente.
Desde el punto de vista de las familias, ¿Cómo recomienda actuar ante un posible trastorno de un menor por uso de sustancias?
Se trata de un trastorno grave que tiene una repercusión en la vida de la persona muy importante, de hecho, es posible que acabe derivando en otros trastornos mentales como la psicosis, la depresión, ansiedad, insomnio o trastornos de conducta. Con lo cual, como cualquier otro trastorno, la persona debe recibir tratamiento a través de especialistas en la materia. Dependiendo del nivel de gravedad, el tratamiento puede ser ambulatorio, puede necesitar hospitalización parcial o total. Cuando antes se empiece con el consumo de sustancias, peor es el pronóstico y, por tanto, cuanto antes se inicie un tratamiento, mejor.
Las familias y las escuelas son piezas clave para detectar signos de riesgo en los jóvenes
El sello de Madrid Excelente cada vez cuenta con más instituciones del sector sanitario. ¿La sanidad madrileña está preparada para los grandes retos del momento?
Es una gran noticia que la Comunidad de Madrid cuente con un sector sanitario en el que abunde la certificación del sello de Madrid Excelente. Nosotros estamos muy orgullosos de que nuestro Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón sea una de esas organizaciones certificadas. La región es uno de los referentes de la sanidad española, probablemente junto con otros hospitales de Cataluña. Lo es en términos de asistencia clínica, formación y en capacidad de formación. Por tanto, creo que debemos sentirnos muy orgullosos de nuestra sanidad, pues tiene mucho que decir y sirve de ejemplo no solo a otras CC.AA., sino también a nivel internacional.
Por poner un ejemplo, el abordaje médico integral a las personas con espectro autista se está imitando en muchas ciudades europeas y de EE.UU. Asimismo, el programa de intervención de primeros auxilios psicóticos en adolescentes se ha generado en la Comunidad de Madrid y ha sido exportado a otras CC.AA. Lo mismo se puede decir con el programa de enlace con los colegios y la salud mental.
El Plan Regional contra las Drogas de la Comunidad de Madrid es un avance crucial en la estrategia de prevención
¿Cómo valora que un Inspiring Mornings organizado por Madrid Excelente donde habitualmente se reúnen empresarios y autónomos, dedique una edición a este ámbito en el que usted está inmersa?
Las empresas tienen un papel fundamental en lo que es la promoción de la salud, la prevención de los trastornos mentales y en su caso la facilitación de los tratamientos por parte de los profesionales. No olvidemos lo que dice la OMS: la mayor parte de las personas pasa el tiempo en los colegios, en el caso de niños adolescentes y los adultos, en su lugar de trabajo.
Por tanto, aquello que reduzca el miedo, el estigma o la vergüenza de reconocer que uno tiene un trastorno mental, algo que sucede a uno de cada cuatro individuos, es muy importante. Y luego destacaría las medidas preventivas en el trabajo, como la colaboración, conciliación, el mindfulness, etc. Todo ello se puede abordar, teniendo en cuenta que el bienestar emocional está ligado con una mayor productividad.
Las empresas también deben implicarse en la promoción de estilos de vida saludables entre sus trabajadores jóvenes