El Corte Inglés: el claro ejemplo de servicio al cliente

La larga historia de El Corte Inglés en España se puede resumir en una sola palabra: cliente. La gran empresa de distribución ha evolucionado siempre de la mano de los usuarios, considerados como los grandes protagonistas en su modelo de negocio.

Junto a ellos, empleados, proveedores y accionistas son los otros beneficiados de este grupo de referencia que ha sabido adaptarse a todos los momentos de la historia reciente en España. Hoy, El Corte Inglés sigue creciendo con una apuesta omnicanal apoyada en el eje de la digitalización. Las continuas novedades tecnológicas que ha aportado el grupo a su estructura están pensadas para mejorar continuamente la experiencia de compra de sus clientes.

El otro eje estratégico de la compañía es la sostenibilidad, desde la cual se tiene el reto de ser una referencia en el Pacto Verde Europeo.

Además de lo anterior, el sello distintivo de El Corte Inglés a lo largo de su dilatada historia es su apuesta por la calidad. Dar al cliente el mejor servicio y producto posible es el factor que ha generado una relación indiscutible con los consumidores. Sus tiendas (físicas y online) disponen de 2,7 millones de referencias de productos, lo cual hace pensar en esta compañía como el gran escaparate que siempre han tenido las marcas.

Paralelamente, su oferta en servicios es notablemente variada, hasta el punto de poder contar con una personal shopper.

Como empleador y vendedor, El Corte Inglés es la principal referencia en España. No obstante, hay que añadir su fuerte compromiso con el entorno a través de numerosas actividades de índole social, cultural y deportivo. Se contabilizan nada menos que más de 3.300 iniciativas orientadas a mejorar la vida de las personas.

De todo ello depende una dirección y un modelo de gobierno implantado en la organización alineado con las mejores prácticas y principios. En el Código Ético del Grupo están marcados a fuego valores como la honestidad, integridad, profesionalismo y transparencia.