Residencia de ancianos San Juan de Dios: dando continuidad a los proyectos de vida

La Residencia San Juan de Dios se extiende sobre más de 13,000 m², ofreciendo servicios a 300 residentes. Con más de 30 años de experiencia, el gran activo de esta organización es su equipo humano, cuya mayoría de profesionales llevan más de una década ejerciendo su labor en el centro. Como punto de partida para entender el modelo de gestión de este espacio, la poca rotación del personal habla muy bien sobre el nivel de compromiso y engagement de los empleados.

El centro dispone de varias áreas de convivencia organizadas según las patologías de los residentes. Cuena con unidades específicas para el tratamiento de Alzheimer y demencias en general, asegurando que cada residente esté ubicado en el área más adecuada para su condición.

Respecto a sus instalaciones, la residencia San Juan de Dios cuenta con amplias zonas ajardinadas y luminosas zonas comunes interiores, destacadas por una gran cúpula que transforma los días grises del invierno en momentos de paz y relajación, difíciles de encontrar en la gran ciudad.

El entorno es un gran aliado para asegurar la mejor calidad de vida de los residentes, al igual con los constantes y exhaustivos controles médicos que realizan los profesionales del centro, marcados por un trato cariñoso y cercano.

Estos son los principales argumentos por los que Madrid Excelente ha reconocido a esta residencia con su sello regional. Se pone en valor a San Juan de Dios por su capacidad de dar continuidad a los proyectos de vida a pesar de las dificultades que entraña la edad. Ese compromiso es el que se busca adquirir desde el primer día de ingreso, en el que una educadora social acompaña a los recién llegados.

Es en ese primer momento cuando San Juan de Dios pretende alienarse con las necesidades de las personas, conocer su historia, habilidades o profesión anterior para poder establecer una planificación sobre su próxima etapa vital. A partir de ahí, no faltarán los cuidados médicos necesarios, así como el estímulo físico y mental para lograr la mejor calidad en la estancia de cada residente.